Radiofrecuencia facial

Es una técnica no invasiva que consiste en la aplicación de energía a través de la piel, produciendo un calentamiento de la dermis profunda y de las capas subdérmicas. Como consecuencia de todo ello se van a acortar y a reestructurar las fibras de colágeno lo que hará que los tejidos se tornen más elásticos, se favorezca la homeostasis y, en general, mejore el estado de la piel, la flacidez y las arrugas más finas.

Indicaciones:

Flacidez y atrofia de la piel. Redensificación cutánea.

Zonas a tratar: Cara (incluida la zona periocular), cuello y escote.

¿Quién puede realizarse este tratamiento?

Tras una exhaustiva historia clínica, la doctora determinará si existen contraindicaciones para poder llevar a cabo esta técnica tales como implantes metálicos en la zona a tratar (excluyéndose implantes dentales), patologías cutáneas, embarazo, lactancia, cáncer activo, portadores de marcapasos o desfibriladores…

Número de sesiones:

Depende del caso a tratar y de si se realiza como tratamiento único (6 sesiones semanales) o combinado con otros tratamientos. La duración del tratamiento suele oscilar entre 30-60 minutos en función de la zona tratada.

Clínicamente probados; piel más tersa y redensificada y una evidente reducción de la flacidez. Aunque el efecto flash se evidencia desde la primera sesión, el efecto de tensión se aprecia de una forma gradual y progresiva a partir del mes del tratamiento.

Posibles efectos adversos: